Causas de la pérdida de líquido refrigerante: ¿debes preocuparte?

Causas de la pérdida de líquido refrigerante: ¿debes preocuparte?

Causas de la pérdida de líquido refrigerante: ¿debes preocuparte?

El líquido refrigerante es esencial para un buen funcionamiento del motor de un coche. Es el encargado de refrigerar el motor, de evitar que aparezcan formaciones calcáreas y lo protege de la corrosión. Además, junto con el anticongelante, permite su funcionamiento cuando hay bajas temperaturas. Por ello, detectar una pérdida de líquido refrigerante es esencial si no queremos que nuestro motor se dañe.

Por qué hay una pérdida de líquido refrigerante

Si nos preguntamos si es normal que baje el líquido refrigerante, la respuesta es que sí, pero por causas de funcionamiento. Lo normal es que dure en torno a los 40 000 - 60 000 km. Por lo que debe cambiarse recorridos esos kilómetros o cada 2 años. Sin embargo, si baja demasiado es síntoma de que algo no va bien. Estas son las causas más comunes de que ocurra:

  • Deterioros en las mangueras.
  • Fallo en la tapa del depósito. En este caso, el refrigerante se evapora.
  • Grietas en el radiador del coche.
  • Desgaste en la bomba.
  • Una rotura en la junta de la culata.

Cómo detectar una fuga de líquido refrigerante

Al igual que el líquido de frenos o el aceite del motor, el líquido refrigerante debe verse sometido a revisiones periódicas. Si se detecta en una de ellas una disminución importante, es significativo de una pérdida de líquido refrigerante en el vehículo.

En ese momento, deben dispararse todas las alarmas y tratar de averiguar dónde está el problema para solucionarlo. Nuestro motor depende de ello. Para ello, hay ciertos síntomas que ayudan a detectar la fuga. Estos son:

  • Descubrir el goteo del líquido.
  • Tapa rota en el depósito. En este caso, hay una pérdida de líquido refrigerante sin fuga, ya que se evapora.
  • Aparición de manchas blancas en el radiador, en la bomba de agua o en la abrazadera.
  • Salida de humo blanco al arrancar el vehículo.
  • Un burbujeo producido en el tanque de expansión.
  • Si se observa un aspecto sólido del líquido refrigerante.
  • Encendido luminoso del piloto correspondiente en el cuadro de mandos.

Qué hacer dependiendo de las causas

Una vez que se ha descubierto dónde está la avería, podrá solucionarse en función de cuál sea el problema. Esto es lo que hay que hacer:

  • Si el problema está en la tapa del líquido, bastará con cambiarla.
  • Si la fuga es en el radiador, puede solucionarse comprando un aditivo para motores y verterlo sobre el depósito de expansión. A continuación se conduce durante pocos kilómetros y se comprueba el nivel del líquido. Si sigue perdiendo, puede ser que haya una brecha más grande que puede solucionarse comprando un pegamento especial para taparla. Por el contrario, si el radiador está roto, no habrá más remedio que cambiarlo.
  • Cuando el fallo está en las mangueras, con reponerlas será suficiente.
  • Si se detecta que el fallo está en la bomba de agua, habrá que cambiarla.
  • Si el fallo es de la junta de culata, hay que proceder a su cambio inmediatamente.

La pérdida de líquido refrigerante es un problema que puede afectar al motor de un coche seriamente. Pero al mismo tiempo también implica que pueda haber otro tipo de avería y esta puede ser importante. Por ello recomendamos que, al detectarla, se acuda al taller de confianza para que el problema no vaya a mayores y no afecte seriamente al vehículo.