Ralentí inestable: ¿cómo podemos detectarlo?

Ralentí inestable: ¿cómo podemos detectarlo?

Todo el que tenga coche está acostumbrado a su sonido. Cualquier pequeña modificación en el ruido del motor debe ponernos alerta porque indica que hay algo que no marcha bien. Un claro ejemplo de esto ocurre cuando escuchamos un ralentí inestable. Vamos a ver qué causas pueden originarlo y qué hacer para solucionarlo.

Qué es el ralentí de un coche

Cuando el motor está en funcionamiento y el coche está parado y no tenemos el acelerador pisado, el motor está funcionando en su régimen más bajo. Esto es el ralentí y puede definirse como el régimen mínimo de funcionamiento que tiene un motor sin calarse y sin que tenga una ayuda externa.

Un motor de un coche estará al ralentí cuando se den alguna de las siguientes condiciones, siempre que esté encendido:

  1. La palanca esté en punto muerto y no pisemos el acelerador.
  2. Con una marcha puesta, pisando el embrague y sin acelerar.

En la mayoría de los casos, el ralentí del coche no tendrá la fuerza suficiente para mover el vehículo, pero permitirá que funcionen muchos sistemas importantes para el coche como los circuitos de refrigeración, de lubricación y el sistema eléctrico. Al mismo tiempo, permite una carga de la batería del vehículo.

Cómo detectar un ralentí irregular

Ahora que sabemos qué es el ralentí, vamos a ver como detectar un problema en él.

Un ralentí inestable es muy fácil de determinar, ya que produce un sonido continuo y, además, estamos acostumbrados al ruido que hace nuestro coche. Además, seguro que sabemos las revoluciones de nuestro coche cuando está en tiempo muerto.

Cualquier variación en la intensidad de ese sonido o en las revoluciones del motor, debe ponernos en alerta y acudir a nuestro taller para que averigüen cuáles son las causas que alteran el ralentí de nuestro vehículo.

Posibles causas del ralentí irregular y qué debes hacer

Si notas un ralentí alto o bajo, que se cala el coche, que se acelera o desacelera o cualquier síntoma de alteración, denota que hay un problema en la válvula del ralentí y es posible que sea debido a alguna de las siguientes causas:

  • Mangueras de vacío: si están sueltas o rotas, provocan un ralentí irregular. Reemplazándolas se solucionará el problema.
  • Obstrucción en los filtros: si el filtro del aire o el de combustible están obstruidos, provocarán irregularidades en el ralentí del coche. El del aire es fácilmente de supervisar. El del combustible ya es más complicado, por lo que te recomendamos que en las revisiones periódicas de tu vehículo lo cambien.
  • Daños en los componentes eléctricos: la tapa del distribuidor, las bujías o sus cables pueden ser los orígenes del problema. Para solucionarlo deben cambiarse. Cualquier taller profesional lo hará si no se tienen los conocimientos necesarios para ello.
  • Correa de distribución: al omitir un diente por desgaste, se produce una desestabilización en la leva temporizadora, haciendo que el motor no tenga la sincronización adecuada. Esta reparación debe hacerse por un mecánico especializado.

Todo el que tiene un vehículo está acostumbrado a las revoluciones que tiene estando en punto muerto. Cualquier síntoma, como por ejemplo unas revoluciones altas en el ralentí, indicará que tenemos un ralentí inestable, por lo que deberemos conocer cuáles son sus causas para evitar averías graves en nuestro coche. Para ello, lo mejor es subir el coche al elevador de coches de nuestro taller preferido y que un mecánico especialista pueda arreglarlo.