Elevador de coche: consejos para un buen mantenimiento

Elevador de coche: consejos para un buen mantenimiento

Al igual que sucede con todo el equipamiento de un taller, es esencial realizar un mantenimiento adecuado de los montacoches que haya en las instalaciones. De este modo se evitan posibles accidentes y se garantiza el mejor uso posible. También es importante para prevenir averías que puedan causar otros trastornos, como no poder bajar un vehículo de la plataforma.

En este artículo veremos algunos consejos para revisar el estado del elevador, así como un plan de mantenimiento que garantice que se encuentra en buenas condiciones.

Quién debe hacer el mantenimiento periódico

Al igual que solo un mecánico especializado está capacitado para revisar y poner a punto un vehículo, un montacoches debe ponerse en manos de alguien con formación. Es fundamental que conozca el uso de la maquinaria, así como las medidas que se deben tomar cuando se realizan las tareas.

En caso de que el elevador esté en garantía, lo normal será que el mantenimiento anual se tenga que encargar un técnico de la marca. O en su defecto, alguien con la autorización expresa del fabricante para realizar estas tareas. Por ejemplo, quien se encargue de la instalación. En caso contrario es posible que un problema de funcionamiento por una mala manipulación no esté cubierto. Además, hay un riesgo evidente de sufrir algún daño.

Tareas de mantenimiento diario

Hay una serie de acciones que deben llevarse a cabo todos los días. Así nos aseguramos de que podemos trabajar con el montacoches sin problemas.

Básicamente se trata de una revisión visual. Antes de ponerlo en funcionamiento se deben mirar los cables y las cadenas. También mirar que no hay manchas de aceite que pudieran indicar que hay alguna fuga. También se tienen que mirar los tacos para comprobar que no se mueven y asegurarse de que los elementos de seguridad están en perfecto estado.

Una vez al mes es recomendable

Más o menos cada mes tenemos que asegurarnos de que todo está bien sujeto y lubricado. Todos los elementos mecánicos necesitan una correcta lubricación para evitar el desgaste anormal de las piezas. Cadenas y sistemas móviles funcionan bien solo cuando tienen grasa suficiente.

También hay que comprobar que todos los anclajes están bien fijados. Que no haya holgura ni movimiento que pudiera estar desgastando los soportes, lo cual supondría un grave riesgo para la seguridad.

Si se observa alguna anomalía, conviene revisarlo de forma exhaustiva para ver si se trata de algo puntual o si hay una avería en progreso. Puede que apretar una tuerca algo suelta o dar un poco de lubricante solucione el problema hasta la llegada del técnico que hará la inspección anual. Aunque si al mes siguiente, o incluso antes, observamos que se repite, puede que sea necesario avisarle antes para que lo compruebe.

Inspección y mantenimiento anual de un elevador de coche

El técnico encargado del mantenimiento debe tener en cuenta una serie de pautas reglamentadas oficialmente. Hay decretos y normativas que señalan algunas de las tareas que se tienen que realizar, así como las medidas de seguridad que han de tomarse y otros factores que afectan directamente a la maquinaria.

Las tareas de mantenimiento se encuentran especificadas en el manual correspondiente. Manual que el fabricante debe proporcionar cuando se adquiere el montacoches, y que suele incluir una ficha de revisiones que se sellará cuando el trabajo esté realizado.

Si un elevador no cuenta con libro de mantenimiento, es probable que se deba a que es un equipo de segunda mano, con lo que lo ideal es solicitar a quien lo vendió que se entregue el libro y así comprobar que se han hecho los trabajos de mantenimiento adecuados. También existe un riesgo, y es que la maquina no cumpla con las directivas exigidas para tener marcado CE, imprescindible para equipar nuestro taller. De ser así, no se podrá utilizar esta maquinaria. Las mutas por hacerlo pueden ser muy cuantiosas, y se pueden aplicar a quien lo fabrica, vende o utiliza. Si hay un accidente y se comprueba que el montacoches no está homologado, se puede proceder a suspender de actividad al taller o el negocio que lo utiliza, por ejemplo cuando se usa para multiplicar las plazas de aparcamiento.

Por eso es tan importante asegurarse de que se compra solo en establecimientos que garanticen la procedencia de los equipos. En caso de que sea entre particulares o empresas, exige que las placas estén en buen estado y la ficha de revisiones al día. De no ser así, es mejor que busques otro equipamiento que se ajuste a las normas, tanto por seguridad como por el bien de tu bolsillo.

Situaciones en las que puede hacer falta una revisión adicional

Hablamos de una vez al año como el mínimo para una revisión de mantenimiento dentro de la normativa. En caso de que se utilice con mucha frecuencia, puede ser recomendable acortar los tiempos. Es mejor hacer mantenimiento dos veces al año que sufrir una avería que al final costaría más. O lo que es peor, que ocurra un accidente que cause daños físicos a quien está trabajando con la maquinaria.

También es fundamental hacer una primera revisión cuando se procede a instalar un elevador en cualquier lugar. Antes de ponerlo en servicio se hará una inspección visual, para comprobar que todos los elementos funcionan del modo adecuado. Se revisarán también las placas y los manuales, por si hubiera que realizar alguna acción adicional.

Si se trata de un traslado, se revisará el proceso de desmontaje y el nuevo emplazamiento. Todo debe hacerse siguiendo unas pautas muy concretas, para garantizar la seguridad de los trabajos y su uso a medio y largo plazo. En estos casos también se puede revisar el estado del suelo sobre el que se va a fijar, para asegurarse de que soporta el peso y el movimiento de todos los componentes.

En resumen, como cualquier tipo de herramienta que se emplea en un taller para hacer los trabajos, un elevador de coches también necesita mantenimiento regular. Una cuestión tanto a nivel práctica como de seguridad.